domingo, 20 de mayo de 2018

Una mentira: La arena

Yo en el Pinar de Los Llanos, no hace tantos años.

Estos días que las autoridades, nacionales,  autonómicas, provinciales y hasta  locales andan a la greña con la extracción de arena para las playas, que quedaron totalmente hechas un desastre porque desapareció  una gran parte de la arena, veo hoy en el  periódico El País semanal un artículo que lleva por título “Arena, el  nuevo oro del planeta”, que les aconsejo que lean si  tienen oportunidad.
No, no estoy hablando sólo de la búsqueda de arena para las playas del mundo, sino de la desaparición de la existente en muchos lugares porque es “El recurso natural más demandado después del agua”. ¿Para qué hace falta arena además de las playas?.
Muy fácil, le voy a poner varios ejemplos y lo comprenderá. ¿Cuánto cemento,  asfalto, vidrio, o plástico utilizamos diariamente en cada uno de los pueblos del mundo?. Pues para  todo  eso  el material más necesario es la arena. ¿Lo entiende ahora?.
Le voy a  poner un ejemplo sanluqueño para que lo entienda perfectamente: Hasta finales de los años setenta, Sanlúcar tenía uno de los pinares más importantes de la provincia, y digo tenía porque en esos tiempos se podía ir andando bajo pinos, y yo lo he vivido, desde donde está  el cuartel de la Guardia Civil hasta la Punta del Monte. El Pinar de la Dinamita, el Pinar de Los Llanos, el Pinar de la Veta de la Serrana, la orilla de la Algaida y por fin el pinar de la Punta del Monte.
Ayer era el cerro más grande, Cerro del Cura, hoy una laguna.
Pero no eran  sólo pinos, sino enormes dunas de arena fina de tal vez miles de años, del que para mí los más conocidos era el Cerro del Cura, el cerrito Rubio y alguno más.
Un día se descubrió que esa arena era una mina, una mina de oro y se comenzó a desmontar todo lo que había: Los pinos desaparecieron de ayer para hoy, y los camiones empezaron  a salir. Miles de camiones de arena que se sacaron de desmontar cerros, hasta convertir lo que eran enormes dunas en lagunas, porque necesitaban vender toda la arena.
Pero, ¿esa arena no se sacó para enarenar las Marismas?. Pues le digan lo que le digan, NO. No haga caso de las milongas,  porque las Marismas se enarenaron  con la arena de lo que hoy es la Laguna de Tarelo, que por cierto era otro cerro, eh.
¿Qué para que se utilizaron esas arenas?. A ver, si tenemos en cuenta que los miles de camiones no se quedaban en Sanlúcar, sino que desaparecían carretera “adelante”, si tenemos en cuenta que esa arena fina es uno componentes que se puede utilizar para la fabricación de vidrio, de botellas, etc., nos daremos cuenta para donde iban los camiones. Menos para las marismas, para cualquier lado.
Pues parece que de eso absolutamente se acuerda, parece que nada más que me acuerdo yo que lo que era uno de los más bonitos parajes se haya convertido en un desierto lleno de lagunas que destrozan los acuíferos. ¿Y luego me venís con milongas?.
¡A la mierda!, en camión.

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